domingo, 26 de abril de 2015

A través del Espejo: LA FASCINACIÓN DE LOS VILLANOS: ¿DINERO, LOCURA O “JUSTICIA”?

LA FASCINACIÓN DE LOS VILLANOS: ¿DINERO, LOCURA O “JUSTICIA”?

En el programa dedicado a los villanos discutimos sobre los distintos tipos de malos del cine y las series.



En el segundo programa de la temporada hicimos un repaso a los diferentes tipos de maldad oculta entre los villanos de ficción. Intentábamos desentrañar por qué los villanos nos atraen casi más que los propios héroes.

Veíamos tres categorías diferentes de malos, encuadrados en series de actualidad de HBO o diversas películas de Marvel o DC Comics, incluyendo una serie de animación japonesa cuyo protagonista persigue la creación de un nuevo mundo con una moralidad cuestionable, según el punto de vista donde nos situemos.


Definíamos tres tipos de villanos, en función de los motivos que les guiaban a actuar en contra de la moral aceptada.
En primer lugar, decíamos que encontrábamos los villanos “tipo Cersei”, de Juego de Tronos. Movidos por el ansia de poder y el dinero, justifican sus acciones de manera egoísta y sin tapujos. En ellos encontramos una manera utilitarista de actuar: el fin justifica los medios, pero además el fin que se proponen sólo benefician al villano en cuestión. Es claro en el caso de Cersei, interesada en el bienestar de sus hijos y el suyo propio, así como en algunos personajes de Sons of Anarchy, en Mamá, de Futurama, o el Sr. Burns, de Los Simpson. En lo que toca a la “atracción” que nos suscitan los villanos, todos estábamos de acuerdo en que este tipo de villanos no suelen atraer. En la mayoría de las ocasiones son personajes planos, de los cuales no conocemos prácticamente nada. Mencionábamos como cumbre de esta indefinición de los personajes a los típicos malos de Los vigilantes de la playa, prácticamente monigotes de cartón piedra cuyo único objetivo es hacer parecer a los buenos más buenos…

En segundo lugar, mencionábamos a los villanos “tipo Joker”, de Batman. Su objetivo es hacer el mal por el mero placer de ver el caos, y decíamos que es una “maldad estética”, sin un fin malvado en sí ni intención de conseguir algo más allá. Este tipo de villanos encaja con la corriente posmodernista y su propuesta de acabar con el orden moral que se refleja en otras áreas de la vida, cuestionando los valores aceptados en la sociedad históricamente. En cuanto a la atracción que este tipo de villano pueda ejercer sobre nosotros, decíamos que nos atraen de forma estética y su motivación es también estética: el Joker no gana nada más que el placer de ver Gotham en el caos y a Batman vencido. Cuesta encasillar algún otro villano dentro de esta categoría, dejamos al juicio del lector la reflexión sobre las proporciones de búsqueda de poder y caos en Maléfica y Voldemort

Por último, decíamos que Magneto, de X-Men, constituía nuestro tercer tipo de villano. En él encontrábamos utilitarismo, pero usado de una manera mucho más sutil que la de los villanos tipo Cersei. El fin que propone Magneto como justificación de sus acciones no es uno meramente egoísta. Él pretende que todo lo que hace tiene un fin bueno, y que beneficia a muchas personas: salvar a los mutantes, luchar contra el opresor, se convierten en las consignas que Magneto sacará a la luz cada vez que sus métodos sean cuestionados. Comentábamos que, de alguna manera, son los malos más peligrosos, pues no compran a sus adeptos, sino que los convencen. Al contrario que los villanos que veíamos en primer lugar, éstos cuentan con una asombrosa profundidad psicológica, tienen una historia detrás y permiten que, a algunos niveles, seamos capaces de identificarnos con ellos y su causa.  Nos intentan convencer de que el mal que ejercen es necesario para lograr un bien mayor. Una de las ideas que surgían era el hecho de que no empiezan a surgir estas difuminaciones entre buenos y malos hasta los años 80, cuando, caído el Telón de Acero, Estados Unidos ya no necesita esos personajes planos y sin historia que tanto aprovechaba en las películas de los 70 para retratar traficantes de armas rusos.


Intentábamos buscar villanos de esta tercera categoría, y encontrábamos a Kira, de Death Note, cuyo objetivo de lograr crear un nuevo mundo, en el que no exista el mal, justifica el mal que el personaje ejerce en el presente.

Terminábamos la sección discutiendo sobre dónde meteríamos a Darth Vader. Seguimos manteniendo enconadas disputas sobre el particular, y el lector es bienvenido a dar su opinión comentando este post…



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