LA FASCINACIÓN DE LOS VILLANOS: ¿DINERO, LOCURA O “JUSTICIA”?
En el programa dedicado a los villanos discutimos sobre los distintos tipos de malos del cine y las series.
En el segundo programa de la temporada hicimos un repaso a los diferentes tipos de maldad oculta entre los villanos de ficción. Intentábamos desentrañar por qué los villanos nos atraen casi más que los propios héroes.
Veíamos tres categorías diferentes de malos, encuadrados en series de actualidad de HBO o diversas películas de Marvel o DC Comics, incluyendo una serie de animación japonesa cuyo protagonista persigue la creación de un nuevo mundo con una moralidad cuestionable, según el punto de vista donde nos situemos.
Definíamos tres tipos de villanos, en
función de los motivos que les guiaban a actuar en contra de la moral aceptada.
En primer lugar, decíamos que
encontrábamos los villanos “tipo Cersei”, de Juego de Tronos. Movidos por el ansia de poder y el dinero, justifican
sus acciones de manera egoísta y sin tapujos. En ellos encontramos una manera
utilitarista de actuar: el fin justifica los medios, pero además el
fin que se proponen sólo benefician al villano en cuestión. Es claro en el caso
de Cersei, interesada en el bienestar de sus hijos y el suyo propio, así como
en algunos personajes de Sons of Anarchy,
en Mamá, de Futurama, o el Sr. Burns, de Los Simpson. En lo que
toca a la “atracción” que nos suscitan los villanos, todos estábamos de acuerdo
en que este tipo de villanos no suelen atraer. En la mayoría de las ocasiones
son personajes planos, de los cuales no conocemos prácticamente nada.
Mencionábamos como cumbre de esta indefinición de los personajes a los típicos
malos de Los vigilantes de la playa,
prácticamente monigotes de cartón piedra cuyo único objetivo es hacer parecer a
los buenos más buenos…
En segundo lugar, mencionábamos a los
villanos “tipo Joker”, de Batman. Su
objetivo es hacer el mal por el mero placer de ver el caos, y decíamos que es
una “maldad estética”, sin un fin malvado en sí ni intención de conseguir algo
más allá. Este tipo de villanos encaja con la corriente posmodernista y su
propuesta de acabar con el orden moral que se refleja en otras áreas de la
vida, cuestionando los valores aceptados en la sociedad históricamente. En
cuanto a la atracción que este tipo de villano pueda ejercer sobre nosotros,
decíamos que nos atraen de forma estética y su motivación es también estética: el
Joker no gana nada más que el placer de ver Gotham en el caos y a Batman
vencido. Cuesta encasillar algún otro villano dentro de esta categoría, dejamos
al juicio del lector la reflexión sobre las proporciones de búsqueda de poder y
caos en Maléfica y Voldemort…
Por último, decíamos que Magneto, de X-Men, constituía nuestro tercer tipo de
villano. En él encontrábamos utilitarismo, pero usado de una manera mucho
más sutil que la de los villanos tipo Cersei. El fin que propone Magneto como
justificación de sus acciones no es uno meramente egoísta. Él pretende que todo
lo que hace tiene un fin bueno, y que beneficia a muchas personas: salvar a los
mutantes, luchar contra el opresor, se convierten en las consignas que Magneto
sacará a la luz cada vez que sus métodos sean cuestionados. Comentábamos que,
de alguna manera, son los malos más peligrosos, pues no compran a sus adeptos,
sino que los convencen. Al contrario que los villanos que veíamos en primer
lugar, éstos cuentan con una asombrosa profundidad psicológica, tienen una
historia detrás y permiten que, a algunos niveles, seamos capaces de
identificarnos con ellos y su causa. Nos
intentan convencer de que el mal que ejercen es necesario para lograr un bien
mayor. Una de las ideas que surgían era el hecho de que no empiezan a surgir
estas difuminaciones entre buenos y malos hasta los años 80, cuando, caído el
Telón de Acero, Estados Unidos ya no necesita esos personajes planos y sin
historia que tanto aprovechaba en las películas de los 70 para retratar
traficantes de armas rusos.
Intentábamos buscar villanos de esta
tercera categoría, y encontrábamos a Kira, de Death Note, cuyo objetivo de lograr crear un nuevo mundo, en el que no exista el mal, justifica el mal que el personaje ejerce en el presente.
Terminábamos la sección discutiendo sobre dónde meteríamos a Darth Vader. Seguimos manteniendo enconadas disputas sobre el particular, y el lector es bienvenido a dar su opinión comentando este post…
Terminábamos la sección discutiendo sobre dónde meteríamos a Darth Vader. Seguimos manteniendo enconadas disputas sobre el particular, y el lector es bienvenido a dar su opinión comentando este post…
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